El Transgeneracional

¿Qué es el trauma transgeneracional?

Espai Dodecaedre

Tiempo de lectura: 11 minutos

En el post de ayer hablamos sobre qué es el transgeneracional, pero realmente, ¿existen traumas transgeneracionales? ¿Qué sabemos de ellos? La biodescodificadora María Elisabet Álvarez nos saca de dudas esta entrevista.

 

¿Cómo definimos el trauma transgeneracional?

Podríamos definir como trauma transgeneracional como todas aquellas situaciones repetitivas, o aquellos eventos que queremos dominar, pero por algún motivo nos es imposible redireccionar. También son traumas transgeneracionales aquellos eventos de nuestra vida que no comprendemos y que aún y haberlos intentado encauzar seguimos sin obtener una respuesta o solución.

En realidad, cuando hablamos de trauma transgeneracional hablamos de impronta, es decir, una forma de proyectarnos en nuestra vida, una forma de movernos, de comportarnos. Tiene un gran contenido inconsciente, es decir, no comprendemos qué sentido tiene que nos pase eso en nuestra vida.

Voy a ponerte un ejemplo: ¿Para qué atraigo siempre parejas con adicciones? ¿Por qué en el trabajo siempre tengo el mismo tipo de jefe con el que sufro determinadas circunstancias? ¿Para qué atraigo hombres que no quieren compromiso? ¿Por qué o para qué sin haber teniendo ningún problema físico no puedo quedar embarazada?

Todo eso daría la sospecha de que hay una especie de información transgeneracional que se está manifestando en nuestra vida sin ningún tipo de control y que hay situaciones, traumas o situaciones de alto impacto emocional que han dejado una huella que yo estoy heredando como generación y que obviamente no puedo gestionar de una forma consciente.

 

Entonces, ¿Cómo se pasan los ‘traumas’ de generación en generación?

Nuestras conductas o comportamiento son el resultado de nuestras creencias más profundas. Está demostrado que todas las situaciones traumáticas vividas con alto contenido emocional generan en ese momento un sistema de creencias. Por ejemplo, yo puedo tener la creencia de que la vida es muy dura; o que no voy a tener hijos porque no los puedo alimentar; o que los que son ricos lo son por herencia familiar y no por haber hecho su fortuna trabajando…

Estas situaciones determinan que en nuestra vida vayamos generando circunstancias que ratifican esa creencia que ha sido heredada. La forma en cómo se transmiten los traumas es a través de esta forma desde mi concepción, es como una solución de adaptación a lo que ellos han vivido. Lo que mi inconsciente no entiende es que eso ya está desadaptado, es decir, viene conmigo, pero puede ser cambiado.

 

¿Podríamos decir entonces que existe la depresión transgeneracional?

En realidad, lo que podemos decir que existe es una abuela, abuelo o bisabuelo que ante determinadas circunstancias en su vida, como por ejemplo puede ser la guerra, el quedar huérfano de pequeño o cualquier circunstancia que haya generado un gran impacto emocional genera una depresión y esto es lo que hereda quizás la nieta.

 

Cuando hablamos de depresión transgeneracional en realidad lo que estoy generando es la impronta o la forma en cómo yo me adapto o me gestiono ante las situaciones con esa información recibida por mi ancestro.

Si mi abuela, mi madre y yo tenemos depresión, en realidad cuando trabajamos en la terapia no voy a trabajar mi depresión, sino que voy a ir a la abuela y voy a analizar qué fue lo que pasó con esa abuela que ante un gran estrés generó como una solución de adaptación una depresión, que yo heredo como descendente suya.

Lo que es importante es comprender el origen de nuestra herencia emocional, porque cuándo comprendemos eso lo podemos cambiar.

 

Pero realmente… ¿Existe un tratamiento para el trauma transgeneracional?

¡Claro que sí! No somos ni víctimas de nuestras vivencias ni de nuestras herencias. A través de la física cuántica y de la epigenética conductual hoy sabemos que somos protagonistas y que tenemos una participación activa en la construcción de nuestra realidad.

No estamos condenados a lo que nos toca, no somos víctima de los genes, sino lo que es importante es comprender el origen de la herencia emocional porque cuando entiendo el origen soy capaz de cambiar mi percepción y cuando cambia mi percepción puedo cambiar mi genética.

En la terapia transgeneracional salimos del rol de víctimas y del por qué a mí, para pasarnos a ese papel de protagonistas y de autorresponsabilidad del “para qué estoy viviendo esto”. Cuando entro en la historia de mi familia puedo comprender que el estrés que ellos han vivido es el que hoy yo tengo, pero que obviamente está desadaptado. Eso me empodera y me hace comprender que puedo cambiar la percepción y la información para que la expresión de mis genes también lo replique en las generaciones que me siguen.

 

¿Se puede sanar el trauma transgeneracional?

Sí, comprendiendo que en el aquí y el ahora tenemos toda la información para poder transmutar esa información genética que hemos recibido, ese estrés que inconscientemente hemos recibido a través de nuestro ADN que hace que la expresión de nuestros genes se esté adaptando permanentemente.

Eso implica hacer un viaje teórico a ese pasado, conectar con mi nacimiento y con lo que han vivido nuestros padres o nuestros abuelos para poder empatizar con esa información que hemos recibido y poder transformarla.

 

Seguiremos hablando del transgeneracional en el próximo artículo.

 

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Las experiencias de nuestros ancestros, cómo vivieron, los secretos no dichos, sus relaciones de pareja, las formas como gestionaban o generaban dinero, etc, determinan nuestra realidad como descendentes. Sanar el pasado es fundamental para transformar nuestro presente y construir el futuro que deseamos.

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